Aguardiente de Orujo
El orujo es pausa, es detenimiento... Al igual que nuestros bueyes es tiempo y lentitud. Es mimo y cuidado; es paciencia y espera para que el finísimo hilo vaya llenando poco a poco la vasija... es aroma de tierras austeras, de la paja de trigo de secano que se ponía en el fondo de la alquitara para que no se pegara el hollejo... Es magia, compañero del fuego, del café y de las frutas y de mil y un sabores. Es danza e invocación de meigas, de risas y conversación alrededor de una mesa.